¿En qué consiste el tratamiento?

Nuestro procedimiento de luz pulsada lo realizamos con la más moderna tecnología, que nos permitirá tratar una serie de lesiones dérmicas tanto pigmentadas como vasculares que aparecen con el paso de los años.

1. Preparación previa:
   • Antes de comenzar, el área a tratar se limpia y, en algunos casos, se aplica una crema anestésica tópica para reducir cualquier posible molestia. Sin embargo, muchos pacientes no la necesitan, ya que el tratamiento es tolerable.
   • El profesional aplica un gel refrescante sobre la piel para ayudar a protegerla y facilitar la aplicación de la luz.
2. Durante el tratamiento:
   • El dispositivo de IPL emite pulsos de luz intensa sobre la piel. Cada pulso puede sentirse como un ligero “golpecito” o “pinchazo” en la piel, similar a un chasquido de goma elástica. La mayoría de los pacientes describen la sensación como incómoda, pero no dolorosa.
   • En áreas con más sensibilidad (como la parte superior del labio), la sensación puede ser más intensa, aunque el nivel de molestia varía según la tolerancia de cada persona.
   • La luz pulsada genera calor, por lo que puede haber una sensación de calor leve o moderado en la piel durante y después del tratamiento.
3. Después del tratamiento:
   • Al finalizar, la piel puede estar ligeramente enrojecida y con una leve sensación de calor, como una quemadura solar leve. Este enrojecimiento suele desaparecer en pocas horas.
   • En algunos casos, el profesional aplica una crema calmante o hidratante después de la sesión para ayudar a reducir la sensación de calor.
   • El paciente puede retomar sus actividades diarias inmediatamente, aunque se recomienda evitar la exposición directa al sol y aplicar protector solar alto.

En general, el IPL es considerado un tratamiento bien tolerado con un tiempo mínimo de recuperación, lo que lo hace atractivo para personas que buscan mejorar la calidad de su piel sin un procedimiento invasivo.

Cuidado post-tratamiento

Es un método muy seguro, que no deja secuelas y permite la incorporación inmediata a la rutina diaria.

Es fundamental usar protector solar alto (SPF 50) y evitar la exposición directa al sol, ya que la piel estará más sensible y propensa a la hiperpigmentación. También se recomienda evitar productos exfoliantes o tratamientos agresivos durante los días posteriores para proteger la piel mientras se recupera.

Con una sola sesión ya obtienes resultados visibles pero el número total de sesiones dependerá de el estado de sus lesiones y el total de sesiones necesarias para obtener los mejores resultados a su medida bajo determinación de nuestro especialista.